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| Breve
historia:
La Increíble
Iglesia Atómica nace del rompimiento de varios proyectos "callejeros"
de Punk Rock formados por Agustín Criollo entre 1988-1989 y surge
a raíz de una necesidad de crear nueva música; un tanto
más abarcadora y compleja, todo dentro de un marco "psicodélico"
debido a la explosión nostálgica del rock de la década
del "pie in the sky" y la escena del "Height-Ashbury"
que volvió a tomar popularidad a principios de la década
de los noventa. Este proyecto estaba dirigido a ser una interpretación
más cruda y contemporánea de estos legendarios sonidos de
finales de los años sesenta y principio de los setenta. |
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| A
mediados de 1991 Raúl y Otto abandonan la agrupación y se
recluta a Eduardo Fret en guitarra y Heriberto Pérez en batería.
De este periodo nace un demo-tape titulado "Bajo un Nuevo Sol de Acuario"
del cual se puede resaltar la creación de composiciones como el tema
principal, "Uno de Estos Días", "Canción de
Pablo" y "Kozmic Bluez". Es aquí donde comienzan las
presentaciones en vivo pero todavía en conciertos privados y no en
cafés o Pubs. La agresividad de la guitarra de Eduardo Fret, junto
a las inquietas y sincopáticas líneas de bajo de Agustín,
logran crear un sonido único y vanguardista dentro del circuito subterráneo
de bandas locales. La fama de que "La Iglesia Atómica era una
agrupación que creaba música para la mente" estaba comenzando
a tomar forma. Fue durante este período en que Raúl decide volver a la agrupación. Este, teniendo como habilidad el acertado manejo de sintetizadores y un estilo de guitarra contrario al de Eduardo Fret (mas dulce y melódico), llega a pulir el, hasta ahora, crudo sonido de La Iglesia. Se recluta a Pablo Jiménez en batería (con un sonido más pesado) y es aquí donde se comienzan a crear composiciones abstractas derivadas del blues afro-americano y británico con matices incoherentes y surrealistas que identificaron a la agrupación en el futuro. Aquí comienza el período de conciertos en La Casa de Teo en Río Piedras y uno de los más memorables en la historia de La Iglesia. Piezas como "Virgo", "Octopus Baby", "Camino a Casa", "Gente" y "Un Día" llegan a ser favoritas del público y ejemplos del perfil musical de La Iglesia. Los problemas de ego, drogas y demás atracciones del rock comenzaron a hacerse sentir en el núcleo de la agrupación y se pierde la colaboración de Pablo Jiménez primero y luego de Eduardo Fret. La Iglesia vuelve a ser un trío con Raúl, Agustín y Ricardo Alvarado (pupilo de Jiménez) en batería. En febrero de 1993 La Iglesia Atómica cierra su primera etapa con un concierto que, irónicamente, contó con la presencia de Eduardo Fret en guitarra debido a la imposibilidad de Raúl cumplir con su compromiso. Fue un concierto intenso y lleno de magia donde se decoró el escenario con velas encendidas que proveían gran parte de la iluminación. Esto contribuyó a crear una atmósfera íntima en la que el público quedó hipnotizado con el radical repertorio. Aquí comienza un receso de casi un año para Agustín. En 1994 Martín Serra, guitarrista obsesionado con el blues, y Agustín deciden reagrupar a La Iglesia (Martín ya había presenciado varios conciertos de esta siendo parte de otra agrupación que frecuentaba los mismos escenarios conocida como "Virage Voix") y comienza la tediosa y frustrante tarea de adquirir un baterista que llenara las expectativas. Es aquí cuando aparece Fernando Rosado, luego de audicionar varios percusionistas, con un estilo liviano pero rápido y la habilidad de aportar arreglos significativos a las composiciones. Es cuando comienza el último y más productivo (a nivel profesional) periodo de La Iglesia. Para este entonces el estilo psicodélico había mermado bastante y se había convertido en un vehículo para la fusión de géneros del rock como el Punk y el blues. De este periodo nacen piezas como "Libre", "Diez Años Después", "Ratón"(adaptación del montuno de Cheo Feliciano), "La Mala Semilla", "Atomo Verde #5", "Mar de Celofán" y nuevos arreglos de viejas composiciones como "Camino a Casa" y "Gente". Las presentaciones fueron extensas y llenas de diversidad. Varias veces se utilizó una pantalla gigante como templete trasero en el escenario para mostrar imágenes surrealistas hechas en computadoras así como animaciones extravagantes que llevaran más allá la experiencia del auditorio. A principios de 1998 Agustín toma la iniciativa de concluir con la ambivalente carrera de La Iglesia debido a su frustración con el curso que esta llevaba. La última presentación lo fue un concierto de cinco sets (casi 4 horas) en "El Escenario" en el Viejo San Juan llevado a cabo en mayo 9 de 1997. Nunca más se han vuelto a reagrupar, por lo menos no hasta ahora. Desgraciadamente no existen grabaciones profesionales de La Iglesia Atómica; sólo una colección de demos y grabaciones de concierto con muy baja calidad sonora. Uno de los proyectos en mente es el tratar de restaurar y limpiar dichas grabaciones lo mejor posible para compilarlas en un CD el cual estará disponible para la venta en esta página. Quizá en algún no muy lejano futuro se puedan reagrupar a varios integrantes de La Iglesia y, por fin, hacer una grabación de calidad. Hasta entonces el único testimonio de la música de esta agrupación esta en la memoria de los que presenciaron este momento en la historia del rock puertorriqueño y en estas grabaciones. |
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| Integrantes:
1990-1991:
Abril a Junio
1992: Julio 1992 a
Enero 1993: Febrero 1993:
1994: 1994: 1994-1997: |
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